Glogos de hidrógeno

Este experimento es peligroso es necesario realizarlo con cuidado y siguiendo las indicaciones que se describen a continuación.

Necesitamos un globo de tamaño medio que no necesite mucha fuerza para inflarse, o inflarlo y desinflarlo varias veces para que esté flojo, una botella de cristral por ejemplo de cocacola o de refresco, papel de aluminio, bicarbonato y ácido clorhídrico (agua fuerte).

1. La botella ha de estar límpia en ella colocamos la punta de cucharilla de bicarbonato (cuando reaccione con el ácido desplazará el oxígeno fuera de la botella, puesto que es muy peligroso mezclar el oxígeno y el hidrógeno pudiendo producir explosión con rotura del cristal, por lo tanto si no se deposita el bicarbonato no debe realizarse este experimento) y tres o cuatro bolitas de papel de aluminio del tamaño de un garbanzo.
2. Echamos una pequeña cantidad de agua, para que cubra las bolitas (de esta manera la reacción será más lenta y no provocará ningún peligro).
3. Tenemos preparado un globo mediano, que sea facíl inflarlo para que no necesite mucha presión, o como dige antes inflar y desinflar varias veces para que esté flojo), y lo colocamos en la boca de la botella para que se adapte bien, lo quitamos.
4. Si la botella de ácido tiene salida para soltar chorrito, con la misma echaremos un chorro de ácido dentro del botellín, en caso de no tenerlo necesitamos una jeringuilla sin aguja de unos 25 cc para coger previamente el ácido y depositarlo dentro de la botella sin derramar.
5. La reacción del ácido desprenderá el CO2 del bicarbonato y acto seguido y lentamente atacará al aluminio produciendo H2 (hidrógeno).
6. Cuando el primer burbugeo termien colocamos el globo en la boca y esperamos a que se llene de hidrógeno, después lo cerramos y sujetamos con cuidado pues el globo si se suelta asciende hacia arriba, el gas que contiene es 10 veces más ligero que el aire.